26 Sep
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España ha exportado un 5,9% menos a Estados Unidos entre enero y julio que en el mismo periodo del año anterior, una caída en las ventas al país norteamericano que se ha producido tras la entrada en vigor de los aranceles aprobados por Donald Trump, a pesar de que hasta la fecha muchas empresas exportadoras están asumiendo el coste de las 'tarifas' en lugar de trasladarlas a los precios.

Según el Informe de Comercio Exterior, publicado este martes por el Ministerio de Economía, las ventas de bienes a EEUU, que habían aumentado un 2,6% interanual hasta marzo, empezaron a caer paulatinamente en abril después del mal llamado 'Día de la Liberación', en el que Trump declaró una guerra comercial a medio mundo. Así, ese mes bajaron un 1,8% frente al mismo mes del año anterior; en mayo, un 4,8%; en junio, un 6,4%, y en julio se desplomaron un 10,4%.

Los productos en los que más se ha notado la bajada de ventas a EEUU son los buques, las manufacturas de consumo y algunos productos químicos, pero el impacto global en la balanza comercial española y en la economía en conjunto es limitado, ya que las ventas a ese país sólo representan un 1% del PIB.

Los datos de Aduanas recogen que el total de exportaciones españolas ha crecido un 1,4% en los primeros siete meses del año, aunque sí se aprecia ya el efecto indirecto de la imposición de aranceles, por ejemplo, en el sector automóvil.

Dado que los vehículos que adquiere EEUU de otros países contienen, en algunos casos, componentes españoles, las ventas de estos al exterior han caído un 9,4% en los primeros siete meses del año. A esto se suma que la debilidad de nuestros socios comerciales europeos ha reducido también su demanda de automóviles, por lo que nuestras ventas de coches también han bajado un 7,3%. Este descenso se sufre sobre todo en las provincias fabricantes como Palencia (donde opera Renault), cuyas exportaciones han caído un 40,8% en el periodo, o Zaragoza (con la planta de Stellantis), que ha vendido este año un 17% menos.

La balanza comercial empieza a resentirse, por tanto, por el aumento de los aranceles -el arancel general efectivo que aplica EEUU se situaba en el 19,5% a cierre de agosto, el más elevado desde 1933- y las restricciones al comercio, a pesar de que las empresas importadoras estadounidenses están absorbiendo por ahora su coste en lugar de trasladarlo a precios finales, lo que sirve para mantener el ritmo de consumo.

Así lo ha constatado la OCDE, que alerta en sus últimas previsiones económicas, publicadas ayer, de que "los efectos completos de los aumentos arancelarios aún no se han dejado sentir -muchos cambios se están introduciendo gradualmente y las empresas están absorbiendo inicialmente algunos aumentos arancelarios a través de los márgenes-, pero son cada vez más visibles en las decisiones de gasto, los mercados laborales y los precios al consumo".

En concreto, las empresas están utilizando sus existencias para evitar aplicar los aranceles, ya que pueden seguir vendiendo productos que compraron antes de que entraran en vigor. En los casos en los que sí han tenido que hacer acopio después de la entrada en vigor de las tarifas, están utilizando sus "amplios márgenes de beneficio" para absorber el impacto inicial del aumento de los aranceles, es decir, descuentan a la ganancia por cada venta el coste del arancel en lugar de incrementar el precio del producto. Este comportamiento no afecta a la recaudación de las arcas públicas estadounidenses, pero sí evita que caiga la compra de productos importados y mejore el déficit comercial, objetivo número uno de Donald Trump.

A este comportamiento por parte de las compañías importadoras se suma el desfase entre el anuncio y la imposición de los nuevos aranceles y la exención de los aranceles más elevados para los productos que ya se encontraban en tránsito.

En algunos casos, no obstante, las empresas sí han trasladado el coste a los precios de consumo, especialmente en los bienes duraderos con un alto contenido de importaciones, como los vehículos, de ahí que ciertas importaciones ya estén resintiéndose.

Fuente: El mundo 24-09-2025